sábado, 24 de febrero de 2018

Italia en clave de Dalma

Un abarrotado Auditorio de El Ejido disfrutó el pasado domingo con una exquisita selección de la mejor música melódica italiana interpretada por Sergio Dalma.

 En la música ligera uno tiene más fobias que filias. De los 70 y 80 me quedo con Perales, pero si alguien me llamó la atención en los noventa fue ese catalán que logró escapar del habitual ridículo eurovisivo dejándonos en buen lugar, un digno cuarto puesto con aquel original de Seijas y Gómez Escolar llamado "Bailar pegados". Hizo menos daño a su carrera que haber ganado y así Sergio Dalma, tras ese estallido de fama ha conseguido mantener el tipo sin caer en el ridículo ni, más importante para un artista, en el olvido. Pero su carrera no había vuelto a brillar tanto hasta que encaró el proyecto, transformado en trilogía, de recrear las canciones más representativas de la música melódica italiana. Su voz, con la aspereza justa, era ideal para poner al día unas canciones que ya son eternas. En el 2011 disfruté de la presentación del primer "Via Dalma" y no dudé un momento en acudir a la puesta en escena del tercero en el Auditorio de El Ejido. Vayamos al concierto. Un viejo aparato de radio de válvulas en un lateral del escenario acompañó a ese familiar soniquete recorriendo un dial plagado de voces en italiano. Sonido de onda media y una oscuridad en la que se intuían movimientos de la banda colocándose en sus marcas. Una voz a lo lejos comenzó a cantar el clásico de Lucio Dalla "Toda la vida" para, segundos después, mutar a un sonido nítido y en su justo volumen y toda una explosión de elegante iluminación. La cosa empezaba bien. Una banda bien engrasada lleva tiempo dando soporte al de Sabadell, con la incorporación de la estupenda Alicia Araque en coros y percusión y Javi Arpa en guitarras. Su vieja guardia la componen el batería Cristian Constantini, el guitarrista Jorge D´amico, el bajista José Vera y Miguel Ángel Collado como director musical y teclista, cohesionándolo todo. El país transalpino protagonizó el primer bloque con temas como "Necesito un amigo" de Venditti, "Solo Tu" de los Matia Bazar y la preciosa "Mía" de Cotugno, ganándose al público de inmediato. Sergio se desvive por sus fans. Durante el transcurrir de las canciones no duda un segundo en posar para un "selfie" tras otro. Parece disfrutar de lo que hace. De sorpresa me cogió el acelerado arreglo del "Te amo" de Tozzi, consiguiendo levantar al publico con un tema pensado para suaves retozos en la oscuridad. Continuó desgranando sus tres "vías" con clásicos como "El mundo", "Bella sin alma" de Cocciante y otra nueva explosión de energía con "Tu", el segundo Tozzi de la noche. Momento íntimo, en emotivo dúo con Alicia, para esa gran balada de Baglioni que es "Sábado por la tarde", sonidos sesenteros en su versión del clásico de Donaggio "Yo que no vivo sin ti" y swing en el “Volare” de Modugno. De Cotugno, al que conoció en sus inicios, hizo doblete con "Amores", empleando temas menores - "Sera porque te amo" o "Yo no te pido la luna" -, como transición hacia su repertorio propio, la parte más pop del recital. "Esa chica es mía" - en una bonita versión acústica -, su gran hit "Bailar pegados" - nuevo arreglo armónicamente mejorado- , "A buena hora", "Tu y yo", "Recuerdo crónico", "La buena suerte" o "La vida empieza hoy" hicieron disfrutar a sus fans más fieles. Como guinda otro clásico de Tozzi, “Gloria”, y no se hizo rogar para los bises, encabezados por "Morir de amores", enlazando con el single "Ese amor no se toca" y la apoteosis final con su segundo gran clásico, "Galilea". Resumiendo, un concierto divertido de factura técnica impecable, estratégicamente planificado para no aburrir un solo segundo, con un carismático Dalma llenando el escenario pero cediendo protagonismo a todo su equipo, a los que presentó uno por uno, sacando a saludar hasta a sus técnicos de iluminación y sonido. Durante esas dos horas me vino a la cabeza un comentario de mi buen amigo Ivan Navas, de "Casino Boogie", devoto fan de esos míticos "The Faces" de un tal Rod Stewart: Si Dalma se hubiese decantado por el rock, hoy en día estaríamos hablando de uno de los mejores del género. Razón no le falta.
 Ramón García es pianista, compositor y arreglista de Almería. Más en ramongarciamusic.blogspot.com

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