Uno vale lo que su obra completa y no hay que juzgar por un pequeño patinazo. Así que hace poco, debido a ciertas coincidencias, decidí bucear un poco en la discografía de nuestro alcoyano universal, ese Camilo que hizo realidad eso de la ‘fe en tus posibilidades’ que tanto se asocia a su ciudad.
De allí salió bien joven dispuesto a comerse el mundo con ‘Los Dayson’ en un Madrid sesentero donde se adivinaban colores tras tanto blanco y negro. Como mandan los cánones – los triunfitos poco saben de eso – pasó momentos de miseria, alternados con golpes de suerte como sus apariciones en algunos films de la época, “Los chicos del Preu” o “Hamelin”, ya como voz cantante en ‘Los Botines’.
Punto de inflexión fue su mili, en la que recaló en nuestra Almería. Cuentan los veteranos que algunos fines de semana acudía a la terraza del Club Náutico y los ‘Teddy Boys’ le invitaban a cantar “Please release me”.
Tras el parón militar su suerte cambió de un brinco: Juan Pardo reparó en él y lo puso en la órbita musical del momento. No solo era una buena voz y una cara bonita – las féminas se lo rifaban – también tenía talento para la composición. De su mente surgieron éxitos que han pasado a la historia de la música melódica en castellano: “Algo de mí”, “Quieres ser mi amante”, “Jamás”, la deliciosa “Melina” o ese himno llamado “Vivir así es morir de amor”. Hito en su carrera fue la aventura ‘superstar’, arriesgando en lo artístico y en lo económico cuando en nuestro país no había más musicales que las revistas de Lina Morgan. Con la ayuda de Teddy Bautista dejó para la historia unas representaciones y una grabación alabadas por el propio Lloyd Webber.
Voz fascinante, talento para contar el amor, actitud y profesionalidad impecables en los directos – nuestro Chipo da fe, que se lo cruzó más de una vez por los escenarios - y, por supuesto, su buena planta, hicieron de Camilo una súper estrella en los 70. El agotamiento, su paternidad y algunas “movidas” – las musicales y alguna personal - apagaron su estrella poco a poco en esta España que tan poco aprecia lo suyo. En su segundo disco – quizás mi favorito – decía ser “Solo un hombre”. Creo que fue algo más, así que dejad a un lado los prejuicios y escuchadlo con tranquilidad. Os vais a sorprender.
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